miércoles, 4 de mayo de 2011

Francisco Maldonado, Juan de Padilla y Juan Bravo

Francisco Maldonado: Junto con Juan Bravo y Juan de Padilla, fue uno de los cabecillas del alzamiento de las Comunidades, que se produjo en Castilla en 1520 contra las excesivas cargas impositivas dispuestas por Carlos I. Tras la marcha del monarca a Alemania para su elección imperial, la sublevación desembocó en una guerra civil que duró dos años. Las luchas comenzaron en Toledo, y se propagaron rápidamente y conectaron con la insurrección popular de Segovia, encabezada por Bravo y Padilla. Maldonado dirigió a los comuneros de Salamanca, participó en la toma de Torrelobatón, y pasó luego a reforzar las tropas de Padilla para un futuro ataque a Tordesillas. Sin embargo, las fuerzas de Carlos I se hicieron fuertes en esta localidad y los comuneros fueron derrotados cerca de Villalar. La mayoría de los cabecillas fueron capturados y Maldonado, junto a Bravo y Padilla, fue ajusticiado.

Juan de Padilla: Dirigente de la rebelión de las comunidades de Castilla (Toledo, 1490 - Villalar, Valladolid, 1521). Perteneciente a una ilustre familia de hidalgos toledanos, llegó a regidor de la ciudad y capitán de su milicia. Con la llegada a España de Carlos I, surgieron en Castilla descontentos contra la influencia del séquito extranjero que traía el nuevo rey, así como contra los costes de su política exterior; Padilla, enojado porque el rey no le concedió un cargo al que creía tener derecho hereditario, se unió a los descontentos y se opuso a la concesión del servicio que el rey pedía a las Cortes para financiar sus campañas en Europa (1520).

El rey le hizo llamar para pedirle explicaciones, pero antes de que pudiera acudir a Santiago -donde se encontraba don Carlos-, estalló una rebelión popular en Toledo y en otras ciudades castellanas. Padilla se puso al frente de la rebelión y capitaneó las tropas toledanas que acudieron a defender Segovia del ataque de las fuerzas reales.

Juan Padilla: Cabecilla del movimiento de las comunidades de Castilla (Segovia, ? - Villalar, Valladolid, 1521). Pertenecía a una familia hidalga de la oligarquía urbana de Segovia. En 1519 fue nombrado regidor y jefe de las milicias de Segovia. Aquel mismo año encabezó la rebelión que estalló en la ciudad al saberse que el nuevo rey, Carlos I partía para Alemania; los amotinados ahorcaron al procurador en las Cortes de La Coruña e impidieron por la fuerza la entrada en la ciudad del alcalde Ronquillo. Aquellos hechos se producían en el marco del descontento creado por el advenimiento del flamenco Carlos I, rodeado de una corte extranjera y que, además de multiplicar las mercedes a extranjeros, postergaba los intereses castellanos preocupado por los asuntos del Imperio. Ese malestar estalló en 1520 en la rebelión llamada de los comuneros, movimiento de las ciudades castellanas que reclamaban un gobierno representativo frente al incipiente absolutismo monárquico. Bravo fue uno de los jefes comuneros que se entrevistaron con la reina madre, Juana I, la Loca, recluida en Tordesillas, para pedirle su apoyo. Luego dirigió, junto con Padilla y Maldonado, el ejército comunero derrotado en la batalla de Villalar (1521). Allí mismo fue juzgado y decapitado.

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